¿Llegaron las bajas temperaturas y tus radiadores no calientan lo suficiente o están más lentos de lo habitual? Después de unos meses sin uso durante las temporadas cálidas es normal que esto les pase, ya que el aire se acumula en ellos y afecta su funcionamiento. Para evitar esto lo mejor es purgarlos, un proceso sencillo que solo te tomará unos minutos y servirá para que mejoren su rendimiento.
Si aún no sabes cuándo y cómo purgar los radiadores de tu casa, continúa leyendo este post. Aquí te explicaré en detalle todo lo necesario para que realices esta tarea por ti mismo y te prepares para hacer frente a los días fríos.
¿En qué consiste purgar un radiador?
Los radiadores son aparatos que funcionan con un circuito de agua caliente que está en constante movimiento en su interior. Entonces, purgarlos consiste en girar la válvula para sacar el aire que se haya acumulado adentro y que obstaculiza el sistema.
Seguro te preguntas por qué entra aire en los radiadores. Pues esto se debe al tiempo que pasas sin darles uso en los meses cálidos, durante los cuales el agua de la caldera se evapora y se transforma en aire. Esto entorpece el funcionamiento, lo que hace que purgarlos sea un proceso indispensable.
¿Por qué es importante purgar un radiador?
Si no purgas tu radiador con regularidad corres el riesgo de que se vuelva menos eficiente, pero te comento otras ventajas específicas por las cuales merece la pena hacerlo:
- Logras que el radiador funcione más rápido.
- Ahorras gas, pues el aparato no va a necesitar tanta energía para calentar tu casa.
- Consumes menos energía eléctrica para alcanzar la temperatura que buscas.
- Agilizas la circulación del agua, lo que hace que los reguladores sean más eficientes.
¿Cuándo purgar un radiador?
Aunque no existe un tiempo exacto para purgar o sangrar los radiadores de, hay ciertos momentos en los que esto resulta una buena idea. Yo te recomiendo que lo hagas cada vez que vayan a empezar las temporadas frías en las que necesitarás usar tu sistema de calefacción. Así te aseguras de que todo funcione bien y esté listo para que lo uses. Eso sí, no lo hagas con mucha antelación, ya que el aire se puede acumular de nuevo y perderás el trabajo.
También te puedes guiar de estas señales que te indican que hay aire o agua que debes sacar de tus radiadores:
- Cuando los usas calientan más en la parte superior y menos en el inferior, es decir, sin uniformidad.
- Se han vuelto lentos y producen ruidos extraños.
- Han empezado a aparecer manchas de moho y humedad en las paredes de tu casa.
Cómo purgar un radiador
Los pasos para que purgues tus radiadores son:
- Busca una llave para purgar radiadores o un destornillador y un recipiente.
- Pon la calefacción en marcha para que el agua empiece a circular.
- Comprueba que la presión de agua en tu circuito de calefacción sea la adecuada. Si no lo es, ajústala en la caldera.
- Gira el tornillo que está en la parte superior del radiador con el destornillador (si no sale agua o aire al purgarlo es probable que esté bloqueado).
- Coloca el recipiente debajo del aparato para evitar que el agua caiga al suelo.
- Continúa aflojando hasta que todo el aire y las gotas salgan.
- Gira el tornillo en sentido inverso para cerrar.
- Repite la misma operación en todos los radiadores de tu casa.
Si después de purgar tu radiador sigue sin funcionar bien, quizá el problema que tiene sea mayor y lo mejor será que lo dejes en manos de un experto.
Ten en cuenta que debes comenzar por purgar el radiador más cercano a la caldera y continuar hasta llegar al más lejano, pues así sabrás qué flujo sigue el agua. En cuanto a si hacerlo con la calefacción encendida o apagada, es válido de cualquier manera. Sin embargo, con el sistema en marcha tienes la ventaja de comprobar en tiempo real si el aparato funciona como debe.
Otras maneras de purgar un radiador
La forma que te he indicado antes es la más habitual, pero ¿qué hay de los radiadores con válvula automática? Pues en este caso no tendrás que realizar ningún proceso manual, ya que vienen programados para expulsar por sí mismos el aire sobrante.
Si se trata de radiadores antiguos sin purgador, lo que te recomiendo es que pases de purgarlos tú y busques ayuda de un técnico especializado, ya que esta persona compondrá las conexiones internas sin provocar otros daños.
Conclusión
Cuando llegan las bajas temperaturas, lo que más quieres es que tu hogar esté a gusto y calentito. Para lograrlo, los radiadores de tu casa deben estar en óptimas condiciones para proporcionarte la calidez necesaria, y eso pasa por purgarlos.
Después de leer este post ya sabes cuándo y cómo purgar los radiadores de tu casa, con unos pasos tan sencillos que estoy segura de que podrás poner en práctica sin problemas. Espero hayas aclarado todas tus dudas, pongas tus aparatos a punto y estés listo para los días fríos.
