Pocas cosas son tan peligrosas como las aguas empozadas y la oscuridad que las envuelve. Así dicen los dramas de García Lorca, pero justo ahora no quiero hablarte de teatro, sino de algo que le atañe más a la vida diaria que a la de las tablas. Aunque quizá las tablas tengan que ver…
Si sientes fatiga en los últimos tiempos o tienes dificultades para respirar, este artículo es para ti. Aunque te adelanto que tampoco va sobre la Covid-19. Eso sí, lo que te voy a contar es importante, pues se trata de uno de los enemigos de la salud más difíciles de detectar: el moho tóxico
Como todos los hongos, el moho se alimenta de humedad y oscuridad. Este problema salta a la vista en ciertos objetos, sobre todo en la comida descompuesta (incluso puede aparecer en la que guardas en la nevera). Pero cuando se aloja en las paredes, en el techo o en el suelo es más difícil que te percates, aunque parezca irónico.
Por ello voy a darte a continuación algunos consejos para que puedas identificarlo.
Cómo saber si hay moho tóxico en casa
Las esporas del moho se transportan con facilidad y así puede puede crecer en casa en cualquier momento
Paredes manchadas
Por suerte para todos, el moho no ha desarrollado la capacidad de camuflarse, y en algunos casos está al alcance de un vistazo como una mancha en la pared o el techo. Estas manchas son muy variadas: pueden ser de color negro, grisáceo, verde, naranja o incluso una decoloración en el tono normal. Si notas una apariencia rara en tus superficies, vale la pena averiguar a qué se debe.
Olor
El moho no siempre es visible, pero cuando no sabes dónde está, tu olfato te será de ayuda. El olor (que bien puedes llamar hedor) quizá te resulte familiar si alguna vez te topaste con unos calcetines sucios o ropa mal secada. Si te parece que tu casa huele similar es muy probable que se haya desarrollado moho en algún lado. Para descubrirlo, trata de acercarte al lugar donde percibas dicho olor con más intensidad y llegarás al foco del problema.
Cómo y a quién afecta el moho tóxico
Las víctimas más vulnerables del moho tóxico son los niños. Si hay pequeños en casa, lo mejor es atacar el problema cuanto antes. Con el tiempo pueden desarrollar alergias o enfermedades respiratorias más graves. En el peor de los casos este hongo llega a ser mortal.
Ahora bien, las toxinas que liberan las partículas de moho no solo te afectan a ti, sino también a los animales, así que ten en cuenta a tus mascotas y cualquier indicio de malestar en su salud.
Una vez aclarado esto, te doy algunos datos más específicos sobre la sintomatología.
Tos intensa
Si te has hecho el hisopado y dio negativo, no fumas, no sufres de asma y sabes que no has pescado un resfriado, pero todo el tiempo tienes tos, debes prestar atención. Quizá no percibes un mal olor, pero cuando estás fuera de casa tu tos disminuye o se detiene por completo. A veces tu cuerpo sabe más que tu consciencia.
Dolor muscular
El nombre científico del moho verde tóxico es Stachybotrys Chartarum. Los microbios que libera generan toxinas capaces de deteriorar tu sistema inmunológico y distintas células de tu cuerpo. Si sientes dolor en los músculos sin haber hecho ejercicio o sufrir una caída, es posible que el moho sea el responsable.
Este síntoma suele confundirse con la fibromialgia. Por eso, si vas al médico por dolores musculares y además tienes tos o dificultad respiratoria, no dejes de mencionarlo para evitar confusiones.
Asma o pitidos al respirar
Este es uno de los puntos más delicados. Si eres asmático el moho activará tus síntomas, y si se combina con una reacción alérgica es una bomba de tiempo. Incluso los más pequeños de la casa pueden desarrollar asma a causa del moho tóxico.
Erupciones en la piel
Otro indicio de la posible presencia de moho en tu casa es la irritación en la piel o urticaria. En ese caso, lo más importante es que no te rasques y consultes con un médico apenas surjan. Existen algunos remedios como antialérgicos y antihistamínicos que te pueden ayudar a aliviar la reacción, pero debes acudir con un profesional para que sea él quien los indique según tu caso.
Ojos rojos
Las esporas invisibles del moho pueden viajar hasta llegar a los ojos, lo que causa irritación. Si de un tiempo para acá los tuyos están enrojecidos cuando estás en casa, debes considerarlo una señal de alerta.
Y entonces, ¿qué hacer?
Si tienes algunos de los síntomas que has leído hasta ahora y quieres comprobar si padeces una intoxicación, hazte un examen de orina para detectar micotoxinas. Si resulta positivo, necesitarás asistencia médica y te indicarán el tratamiento necesario para tu recuperación.
Como autodiagnóstico presta atención a cómo te sientes dentro de casa (o el espacio en el que crees que hay moho). Si el malestar está ligado a un lugar en específico, cuando sales de allí vas a notar mejorías.
Ante la sospecha o la certeza de que hay moho en tu casa no debes perder tiempo, sigue las siguientes recomendaciones para evitarlo:
- Quita o repara las fuentes de exceso de humedad en los interiores: ventila los baños, la cocina y la secadora de ropa, y arregla tuberías o techos con fugas.
- Utiliza un deshumidificador o sistema de aire acondicionado para eliminar el exceso de humedad en las zonas húmedas. Los niveles de humedad ideales son menos del 60%.
- No coloques alfombras en los baños ni en los sótanos.
- Añade inhibidores de moho a las pinturas que usas en zonas húmedas.
- Mejora el drenaje o la inclinación por la parte exterior del edificio para canalizar el agua lejos del sótano y de los cimientos.
- En una obra nueva construye un techo inclinado en vez de un techo plano.
Cerca del 75% de la población no se ve afectada por la presencia de moho, pero una buena parte de los que sí desarrollan dificultades ni siquiera imaginan cuál es la causa.
Recuerda que tu salud y la de los tuyos están en juego.
Espero que te haya resultado útil este artículo. En el mejor de los casos habrás llegado hasta aquí por curiosidad y no porque estás en plena lucha contra el moho. Sea como sea, te deseo suerte.
