¿Te has pasado noches en vela dando vueltas en la cama porque tienes demasiado calor (o frío)? ¿Las sábanas no parecen ser suficientes y ya no sabes si dormir con ropa o no? Si es así, seguro que entenderás lo difícil que es conciliar el sueño.
Y es que las habitaciones bastante calientes, con mucho frío o con corrientes de aire terminan por interrumpir tu sueño, en particular la fase REM (movimiento ocular rápido), uno de los ciclos más importantes para un descanso reparador.
Pero no te inquietes, la solución es simple: asegúrate de crear y mantener un entorno ideal para dormir con la temperatura ideal y conseguirás una mejor calidad de descanso para tu salud y tranquilidad.
Si estás buscando un sueño placentero durante toda la noche, despertar a tope sintiéndote con más energía y listo para un día productivo, ¡sigue leyendo este post porque hoy voy a contarte cuál es la temperatura ideal para dormir!
¿Cuál es la relación entre la temperatura y el sueño?
Para entender esto, debes saber que tu cuerpo se rige por los «ritmos circadianos«. Este término se refiere a los procesos biológicos internos que se encargan de regular las diferentes funciones del cuerpo, incluida la temperatura corporal.
Todo esto permite que tu organismo «se despierte y se duerma» de manera natural (y en el momento adecuado) dentro de un período de 24 horas. En general, va en función de la salida y puesta del sol. Por lo tanto, la luz y la temperatura son fundamentales para prepararte al dormir.
Según Óscar Sans, director médico del Instituto de Medicina del Sueño Adsalutem, en su artículo la temperatura ideal para dormir, señala que el cuerpo se enfría a medida que transcurre la noche:
Antes de irnos a dormir es cuando la temperatura corporal comienza a descender otra vez. Esta bajada de temperatura es necesaria para inducir el sueño y mantenerlo estable.
Óscar Sans, Director médico del Instituto de Medicina del Sueño Ads
Pero, ¿qué pasa si la habitación donde duermes está demasiado caliente o fría? Fácil: afectará la caída de la temperatura interna de tu cuerpo y, como consecuencia, interrumpe tu sueño.
En otras palabras, tu propio sistema empieza a usar energía para regularizar la temperatura corporal con la del exterior. Como no puede nivelarse debido a las diferencias térmicas, se interrumpe tu ciclo circadiano y esto es lo que hace que no llegues al sueño profundo.
Entonces, ¿cuál es la temperatura ideal para dormir?
La verdad es que no existen parámetros exactos para cada uno (aquí el dicho de «cada persona es un mundo» sí que aplica). Pero según la ciencia, hay ajustes térmicos aproximados que debes seguir si quieres dormir bien.
En general, la temperatura ideal para dormir en el dormitorio debe situarse entre los 19 y los 24 °C, unos pocos grados por debajo que cuando estás despierto.
Temperatura ideal para dormir en verano
En España es común alcanzar los 28 a 32 °C en el interior de las casas en épocas de calor. De acuerdo con el doctor Óscar Sans «en verano es importante mantener nuestra habitación lo más fresca posible para poder dormir bien.»
Una forma de enfriar la habitación con aire acondicionado en días calurosos, es encenderlo solo unas 2 o 3 horas antes de dormir y después apagarlo. Lo importante es que el cuerpo logre conciliar el sueño en las primeras fases y después se adapte a la temperatura del ambiente.
Te he preparado una guía con los mejores consejos para dormir cuando hace un calor insoportable
Temperatura ideal para dormir en invierno
Es probable que en invierno acostumbres a calentar los dormitorios más de lo que deberías. Si pones la calefacción, lo ideal es una configuración de 22 a 24 °C en cualquier momento del día y de la noche. Con estos ajustes conseguirás un sueño placentero, y sin pasar frío.
En caso contrario, todas temperaturas superiores a 27 °C o inferiores a 14 °C evitan que duermas en profundidad, ya que el cuerpo se ve obligado a trabajar más duro y a generar energía para compensar tu propia temperatura corporal.
¡Pero recuerda! Todo esto depende de tus propias preferencias. Algunas personas eligen ambientes más cálidos mientras que otras prefieren el frío. Es normal querer estar un poco más arriba o más abajo de estas temperaturas si te sientes más cómodo.
Otros consejos para lograr un sueño plácido
Además de conocer cuál es la temperatura ideal para dormir, te dejaré ciertos consejos y truquitos para que tu sueño sea lo más saludable posible.
- Piensa en tu habitación como una cueva. Una habitación oscura, fresca y silenciosa puede ser tu mejor aliada para conseguir un sueño profundo y placentero. Utiliza persianas o cortinas en las ventanas para evitar que la luz entre a tu dormitorio. También asegúrate que esté libre de ruidos molestos que interrumpan tu descanso como aparatos electrónicos o zumbidos. En último caso, si no puedes evitar los ruidos externos, utiliza unos buenos tapones de oídos.
- La ropa de tu cama importa. Las mejores opciones que puedes elegir son sábanas algodón o de lino. Ambas telas son transpirables y suaves con tu piel, lo que te ayuda a mantener una temperatura corporal fresca.
- Usa mantas adecuadas a la estación. En épocas de entretiempo asegúrate de usar una manta liviana y suave. Esto evitará que te sobrecalientes y estés en un constante «quita y pon» con tus sábanas. De igual forma, necesitarás una manta gruesa o un nórdico en esas oleadas de temperaturas bajas para conseguir más calor.
- Crea una rutina de sueño. Dormir es un hábito. Si acostumbras a tu cuerpo a obedecer un horario de descanso, lo hará. Trata de crear rutinas de sueño saludables como dormir y despertar siempre a la misma hora o hacer una actividad relajante (leer o meditar) antes de cerrar los ojos.
Te he preparado una guía sobre los problemas de dormir con el aire acondicionado encendido.
Por último… Si has llegado hasta aquí, recuerda que cada persona tiene una temperatura ideal para dormir. La idea es que pruebes con estos truquitos, hasta que te sientas cómodo al dormir.
Mi consejo final es que encuentres el equilibrio térmico entre tu habitación y tu sensación corporal, ¡y te aseguro que tendrás un descanso reparador!