Los sonidos propios de las ciudades son molestos. La contaminación acústica es una causa de malestar que interrumpe el transcurso de tu día.
Coches, autobuses, industrias, construcción de obras públicas y edificios: hacen ruido, mucho ruido. Esto a veces se torna insoportable y deriva en una disminución de tu calidad de vida.
Según el estudio “Escuchar sin riesgos” de la OMS, las prácticas auditivas dañinas pueden provocar una pérdida irreversible del oído.
El estudio destaca que las actividades que más problemas te causan son las asociadas a la tecnología, como los reproductores de música y audífonos a un volumen elevado; y las relacionadas al ocio, como clubes nocturnos, discotecas, bares, cines, conciertos y eventos deportivos.
No dormir bien, que tus hijos no puedan hacer las tareas de la escuela, o no disfrutar una película en familia, son situaciones inconvenientes. Prevenir la exposición a ruidos molestos te ayudará a llevar una vida más confortable. Quiero ayudarte a conseguirlo, así que apúntate estos consejos y trucos fáciles que puedes hacer en casa.
Aísla los ruidos del exterior
La principal fuente de ruidos molestos viene desde fuera. Desde el vecino que escucha música fuerte, a perros que ladran, obras en construcción o el paso incesante de coches cuando intentas tener un día tranquilo.
Estar expuesto a ruidos que impiden el desarrollo de tu vida normal es un problema. ¡Pero descuida, que es algo que tiene solución!
Lo primero que debes tener en cuenta son las paredes, puertas y ventanas, ya que por allí ingresan la mayor parte de ruidos a tu hogar. A partir de esos 3 elementos, te doy estos consejos, sin gastar de más:
Paredes recubiertas con placas de yeso
Si ya tienes las paredes levantadas, puedes aplicar estas placas sobre cualquier tipo de superficie. Además de prevenir ruidos, sirven como aislantes de humedad. ¡Un problema menos!
Puedes comprar placas autoadhesivas, y colocarlas en minutos. Además, vienen en diferentes formas, texturas y colores, para adecuarse a cada ambiente.
Otra opción como esta son las planchas de pladur, que vienen en diferentes grosores.
Paredes rellenas con poliestireno expandido
Si estás en proceso de construcción, considera este elemento para tus paredes, que además de absorber los sonidos que entran y salen, es un gran aislante térmico.
Alternativas similares a esta opción son el relleno de fibra de lana, la madera o el corcho.
Puertas con burletes y zócalos
Con el paso del tiempo, las puertas se desgastan, y por las aberturas entran ruidos.
Para optimizar el aislamiento que de por sí implica tener una puerta, te sugiero colocar zócalos en la parte inferior, que impedirán el paso del ruido y del polvo; y burletes en los bordes, que ayudarán con los sonidos exteriores, pero también harán que el abrir y cerrar la puerta sea más silencioso.
Láminas de alta densidad para puertas
En el caso de que la entrada de tu casa esté protegida, pero aún así no logres disminuir el ruido que atraviesa la puerta, considera agregar una lámina con soporte de espuma de poliuretano. Esto es un gran aislante sonoro, y tiene una apariencia estética.
Solo debes recortar y aplicar en la superficie. Como extra, la lámina es lavable y a prueba de polvo.
Usa vidrios aislantes
El grosor de una pared ayuda a disminuir la entrada de ruido. Pero eso no ocurre con los vidrios de las ventanas, porque tienen un espesor más reducido, y no atenúan las vibraciones del exterior.
Para resolver eso, tienes a disposición una gran cantidad de vidrios especiales que se adaptan a tu ventana. Algunos de doble ancho, y otros con una capa plástica por fuera. Estos reducen el ruido externo y tienen un factor de seguridad, ya que si el vidrio se rompe no caerá, sino que quedará sostenido (aunque de todos modos deberás reemplazarlo).
Paredes con pintura acústica
Cualquier agregado que le hagas a la pared cambiará su aspecto y reducirá el espacio habitable, lo que afectará el estilo de la habitación, además de ser inconveniente para ambientes pequeños.
En estos casos, la pintura anti-ruido es una buena opción. No es más efectiva que otros aislantes, pero tampoco menos, y es ideal para paredes de hormigón o de madera.
Film para tus ventanas
Una opción más económica que cambiar los vidrios de todas tus ventanas, es colocar un film o vinilo sobre ellos. Estas láminas cubren la totalidad de la superficie y sirven como receptoras del ruido, lo que consigue que tengas un ambiente más tranquilo.
Además, algunos tienen filtros UV, lo que te permitirá disfrutar de la luz del sol sin que eso afecte tu piel ni dañe tus muebles y la pintura.
Son autoadhesivos y puedes conseguirlos transparentes o esmerilados.
Compra cortinas de tela gruesa
Para cada ambiente hay un tipo de cortinado que ayudará a reducir el ruido externo. En lo personal te sugiero que si no quieres gastar en una tela cara, agregues una segunda capa de cortinas plásticas opacas. Además de reducir la entrada de ruido, bloquearán la luz y no serán visibles desde dentro de tu casa.
¡Atención! Seguro has escuchado que cubrir las paredes o techos con hueveras reduce el ruido que entra. Esto es un error. Lo que hace el cartón en forma cóncava es distribuir mejor los sonidos y mejorar la acústica. Por lo que no es la mejor solución para aislar tu casa de ruidos molestos.
Reduce los ruidos del interior
Hasta aquí lo que tiene que ver con toda la contaminación sonora que entra desde el exterior, y que es la más molesta. También me gustaría decirte que hay muchos ruidos que puedes eliminar desde dentro, y quizá no te has dado cuenta.
- Lo primero es ser constante con el uso del aceite o lubricante en puertas y ventanas. Así podrás circular por toda tu casa sin hacer ruidos innecesarios.
- Si está dentro de tu presupuesto, poner alfombras es una gran medida que ayudará a crear un ambiente silencioso, donde no hagan ruido los pasos humanos ni los muebles al correrlos.
- Si tienes pisos de madera, es una buena idea colocar adhesivos de fieltro en las patas, para que no hagan ruido al moverlas ni rayen.
- Los vinilos autoadhesivos son eficientes para las paredes externas, pero mucho más en las internas. Sobre todo si los usas en las paredes entre habitaciones, te ayudará a crear un espacio para dormir confortable.
También te he preparado una guía para controlar el ruido del aire acondicionado.
Vivir en la ciudad tiene muchas ventajas. Pero dentro de lo malo está sin dudas el tener que lidiar con los ruidos constantes. Estar expuesto a ellos todos los días te puede alterar física y psicológicamente.
Así que ¡no dejes que te afecten! Y haz todo lo que esté al alcance de tu mano (y de tu bolsillo) para aumentar tu calidad de vida.
